lunes, 17 de diciembre de 2012

Todo partió con un simple hola



Soy una chica muy tranquila, pero a su vez bastante alegre; me considero de pocos amigos y de ellos entrego bastante afecto, por lo que me hacen sentir bien y feliz. Además actualmente estoy en la Universidad y he conocido muchas personas geniales; tengo a un pololo maravilloso que me hace feliz con cada detalle y cada gesto pequeño que tiene conmigo… creo que no podría pedir nada más.
Un día cuando estaba en un recreo y conversaba con un profesor muy querido, no sólo por el hecho de que me impartiera una asignatura, es que era muy grato charlar con él e intercambiar ideas; pero ese día al menos llegó con dos amigos. Cordialmente el profesor los saluda, uno de ellos cuando le estrecha la mano va a dejar su bicicleta en un costado y el otro llega a interrumpir la conversación que tenía con el docente; sin importarle siquiera que yo estuviera ahí.
Al parecer fue muy evidente mi cara de malestar o desconcierto, que el maestro me mira, sonríe y me dice:
-        Te presento a Rodrigo, Rodrigo la Carolina.
-       Hola, ¿qué tal?- se me acerca de la nada, me toma por la cintura y me da un beso en la mejilla.
-       Hola- contesté nerviosa, no muy segura si lo había notado.
-       Que gusto me da profesor de verlo- siguió hablando con él y haciéndome totalmente a un lado y como si fueran amigos de años.
-       Bueno me despido, debo ir hacer un trabajo, hasta pronto profesor y carolina.
-       Es un buen chico Rodrigo…-empieza a contarme algunas cosas de él; como que estudia Kinesiología y que la forma de pensar es muy particular, para alguien de su edad y cursa el segundo año.

Quizás fue algo sin importancia, pero me pareció tan raro todo; paso una semana, dos… hasta que me percaté de que estudia lo mismo que una amiga mía, decidí preguntarle y así saber si lo conoce. Pero cuando llegué a la casa para conectarme a Internet me sale “Personas que quizás conozcas”; quizá fue precipitado o no lo que hice y decidí agregarlo, no esperando que me respondiera enseguida y aceptara la solicitud.
Fue entonces que comenzamos a hablar, por corto tiempo en un comienzo y pareció sorprendernos a los dos, cuan parecidos éramos; jugábamos a los mismos juegos, conversando de la vida, hasta altas horas de la madrugada. Pero luego de a poco se alejó, por temas de que hacia trabajos y yo en las mismas, sólo que lo había terminado desde mucho antes; no sé como es que en tan poco tiempo se convirtió en alguien muy especial, me hace pensar mucho en las cosas que hablamos, como si me transportara a otro mundo y todo lo demás no importara, hasta cuando nos topamos por segundos en los pasillos hace sonría mucho más.
Todo cambió al cabo de dos meses, pues me dice que empezó a salir con una niña, pero sin llegar a nada serio; fue cuando me despertó un sentimiento extraño dentro de mi pecho ¿eran …celos?, no estaba segura de todo lo que había dentro de mi, quizás… era mejor, sí, mejor me alejaba de él poco a poco. Aún para el día de hoy es un gran duda de por que nos conocimos, pero pasamos mucho tiempo hablando; se ha vuelto alguien muy especial para mi.
-       Caro, no sé que pasa con la cata….- me dijo una noche, se refería a su ex pareja.
-       ¿Por qué?- ese fue el día en que las cosas darían un giro. Empezó cada vez a hablarme más de ella y siendo sincera no me gusto para nada….
Pensé que todo había sido un simple coqueteo o algo con lo cual, no pasaría nada más allá; yo estoy muy enamorada de mi pololo. Rodrigo pareciera que me siguiera el juego en el tema de lo referente a un semi coqueteo o podría ser otra cosa, pero ya no sabía que hacer; decidí optar por lo sano y dar por cerrado este capítulo en mi vida.


 No sé si ese chico tierno…. Volverá…..


Continuará...


Marisol Alday Derechos de Autor

No hay comentarios:

Publicar un comentario