miércoles, 12 de octubre de 2011

Debo decir la verdad.... pensé que cambiaría, pero no fue así.

Cuando me encuentro frente a un plato de comida o bien cualquier clase de alimento, me entra la duda y curiosidad ¿Qué sabor voy a probar?, puedo tener la impresión de que es dulce, pero en realidad al establecer contacto con mis labios me doy cuenta que era muy amargo.

Por eso a veces pienso que los sentimientos son una mezcla perfecta de los sabores conocidos y aquellos que se nos ha de deleitar con cada bocado.




El amor que tanto he buscado por fin lo tengo en mi vida, es tan dulce y me encanta, no puedo negarlo... quiero deleitarme con cada beso profundo y caricia... por eso no dejo que nada lo opaque y así agregarle un poco de ternura y condimentos como: momentos, recuerdos, alegrías y tantas otras que se unen. Jamás pensé que esto sería tan gratificante, pero al igual que un vampiro anhela morder el cuello de su víctima para así beber esa deliciosa sangre que le ofrece, esperaba encontrar a la persona que me viera de todas formas y supiera que sin ser la mujer más perfecta tengo algo que sólo tengo yo y me hace única como tal.

Pero cuesta creer que todo lo que era una hermoso castillo de cartas, por el más ligero suspiro que emano de mis labios, se desmoronó; como no lo vi antes, todo estaba tan delante de mi y no era capaz de notarlo. Fue todo de golpe, no dolió el primer impacto, pero si las consecuencias de su desmoronamiento... llevábamos más de 4 años disfrutando esos momentos y sabores como dije anteriormente.

"Lo siento, de veras que sí... pero... ya no te quiero"; sentía como cada palabra que salía de su boca eran el hielo más afilado que existía (como una aguja punzante) y el fuego más poderoso, que es tocado por un fierro y luego ponen en tu pecho para dejarte la marca; sé que no todo puede ser ideal y perfecto.... pero bueno abra que salir adelante y demostrar que puedo.

Por cierto, ¡GRACIAS!, de no ser por ti no habría conocido el amor real y además de eso el dolor que te desgarra por cada célula, dejando algunas pocas vivas... sólo así sabes que tienes oportunidad de volver a amar y sentir.


Marisol Alday Derechos de Autor

lunes, 10 de octubre de 2011

No quiero separarme de ti

Estoy llegando a mi casa un poco cansada, pero anhelando tener la oportunidad de verlo una vez más... si a ese hombre que tanto quiero y significa para mi; y tengo la fortuna que él me pertenece como yo le pertenezco. Somos amigos desde niños, compañeros de aventuras y locuras, alegrías y penas, luchando por lo que es justo como peleando cuando se trata de algo injusto; amigos, compañeros de toda una vida.

Cuando dejé mi bolso en el sillón de la entrada, me di cuenta que había algo raro en el piso; unas pequeñas velas formaban una fila, decidí seguirlas y conocer lo que estaba detrás de todo esto. Pero antes de llegar a la última, que estaba frente a la puerta de mi pieza, alguien me tapó los ojos con una mano y la otra rodeo mi cintura dulcemente; su boca se acerco lentamente hasta mi oído izquierdo para empezar a susurrarme:
- "Que gusto me da tenerte de nuevo en casa, ahora quiero regalarte muchas cosas y te las enseñaré una por una; no quiero perder ni un sólo segundo estando sin ti... eres alguien demasiado valioso para mi." - lentamente sacó la mano con que cubría mis ojos y luego me giró para ponerme frente a él.

Pude darme cuenta que mi pieza estaba cubierta de hermosas flores color rojo y blancas, además de más velas que estaban en lugares precisos para iluminarla; miraba su rostro; ambos eramos más que amigos y de eso no había la menor duda, no eran necesarias las palabras como medio de comunicación, pues cuando teníamos 16 años (ya han pasado casi 3 desde ese día), el tomo mi mano me miro a la cara por unos segundos y apretó fuerte contra su pecho. Podía sentir cada uno de sus latidos, eran fuertes y suaves al mismo tiempo, una armonía perfecta; como la composición de la melodía más hermosa, no había margen de error, todo en la justa medida.

Así como cada recuerdo que habíamos creado los dos, no puedo dejar de agradecer esta oportunidad que se me dio de tenerlo conmigo y haberle conocido... pero esa ocasión era distinta a cualquier otra... ambos habíamos decidido esperar cuando fuéramos mayores de dar el siguiente paso a nuestra relación. Muchos lo cuestionaran encontrarán raro, ¿y qué?,nosotros somos libres de hacer lo que queramos... pero que había de diferente en todo esto, además de la ocasión estaban las palabras que nos dijimos el uno al otro:

- Eres como la pequeña rosa que florece en el patio de mi casa, partiste siendo una pequeña semilla, pero con los cuidados apropiados te convertiste en una y la más hermosa de todo ese lugar como la de este cuarto- me decía él.
- Tu eres aquel árbol majestuoso del bosque, del cual espero llegue la estación indicada para que me des tus frutos y pueda comer de ellos- respondí.
- Quiero ser para ti como tu para mi, cada uno de los elementos que te rodea y fluye dentro de ti:
el fuego que es quien desata este amor y pasión que siento por ti, cada mañana cuando me levanto y da fuerzas, el aire que me llena los pulmones con ese aroma tan delicioso y natural que emana de tu piel y no se puede encontrar en tiendas o con otras mujeres; el agua que sacie tu sed y pueda hidratar tanto tu piel como cada uno de tus sentidos cuando te sientas deshidratada... pero también es bueno saber donde nos encontramos por lo mismo la tierra, con sus movimientos y lugares hermosos que pretende enseñar, serán la forma perfecta de poder aterrizar cuando nos encontremos soñando muy alto.
- Te quiero contar un secreto.
- Dime cuál es, querida mía.
- Te amo con todo mi ser y las fuerzas que me dan la vida, alma y corazón.
- ¿En serio?, hermosa eso es muy lindo. Pero si se trata de contar secretos... - dijo acercándose, pasando su mano por mi mejilla con una caricia - pues yo te amo incluso con más fuerza de lo que podría pedir o tener dentro de mi ser. Eres la persona que está siempre en mis pensamientos y
estoy seguro no podré encontrar más como tu; quiero sentir como me llena ese delicioso aroma que tienes y sentir esto cada momento de mi vida, no tener que separarme de ti... sentir la posibilidad de estar muy cerca el uno del otro, cuando en realidad estamos un poco lejos, por que debemos hacer cosas o cumplir con deberes. Gracias por la oportunidad que me has regalado.


Dejemos que los sentimientos sean un elemento más, no los miremos feos, son parte de cada uno; queramos o no es así... disfrutemos de poder compartirlo con un amigo, pareja, padres o sólo sentirlo intensamente y a la espera de que esa persona te enseñe lo mágico que puede ser.


Marisol Alday Derechos de Autor