jueves, 15 de septiembre de 2011

Muchas veces una palabra puede hacer más de lo que imaginamos o creemos

Puede una persona ser reservada y prefiere privarse de algunas cosas, incluso de compartir con otras y ser más ameno cuando la situación lo requieren... Es como la vida de un hombre solitario, vivía lejos de sus padres (e independiente), no tenía amigos y sólo cuando él lo decidía salia a dar un paseo con la idea de relajarse o pensar más de lo que ya hacia en la vida diaria.

Algunos se preguntaban que le pasaba o bien cual era su problema, por que no compartía con nadie; se le invitaba a reuniones, fiestas y siempre les decía "No gracias, tengo algo que hacer. Estoy ocupado. Prefiero seguir trabajando en mi casa"... lo cual no tenía el menor sentido, era de los más trabajadores en su empresa, por ende no tenía cosas pendientes. Hasta ese momento nadie había conseguido sacarle una sonrisa o conseguir que hiciera otro tipo de actividades; pero se sabia que era caritativo y se preocupaba por ayudar a otros, en algunas ocasiones.

Algunos decían que se trataba de un hombre dolido y resentido, que no logro o hasta no lo ha conseguido, triunfos ni satisfacciones en su vida; en otras palabras era un "homosexual" que no tenía intensiones de interactuar con los demás. Una chica de la empresa, decidió seguirlo, algo en él llamaba su atención y despertaba el deseo de conocer más allá... cuando todos se fueron ella emprendió el camino, procurando que no se diera cuenta; al cabo de unos minutos se dio cuenta de que el hombre se detenía en un parque e iba a un lugar en particular; fue entonces que vio como se acercaba a unos cachorritos que estaban con su madre... él sacó algo de una bolsa, era un tarrito y una botella. Estaba alimentando a los pequeños y a la progenitora, ¿era una ilusión?, no, no lo era.

Mostraba una gran ternura y afecto haciendo eso, no le encontraba lógica a todo ello; ¿como una persona tan fría y lejana en un lugar, puede cambiar tanto en otro? .... fue ese momento que capto su atención. Pero algo la incentivo a seguir detrás de él, por eso tenía la misma rutina todos los días, procurando cuidar de que no se diera cuenta... pero a diferentes lados .

Su corazón ahora notaba algo inusual, cada vez que lo veía, pero no tenía ni lógica ni explicación, por fortuna supo esconderlo muy bien y actuar como siempre; pero él por una extraña razón se notaba diferente, lo cual no entendía bien y la confundía más.

- Ya basta de esconderme- dijo decidida y salió al encuentro con el hombre- Esteban... Hola- levantó una mano e hizo señas para que la viera.

- Esther ¿Qué haces aquí?- no era la clase de respuesta a un saludo, pero no tenía ganas de hablar con nadie.

- Bueno yo.... vine por que....

- Dime por que de una vez- soltó molesto.

- Quiero decirte que tu me gustas mucho!- gritó y sintió como de su pecho salía aire fresco y nuevo que la dejaba respirar tranquila.

- Yo... yo- no entendía nada...

Ella sólo se acercó más a él y en un arrebato de adrenalina, se puso en puntas de pies para alcanzarlo y besarlo, tras rodear con sus manos el cuello. Por un momento todo se detuvo, pero luego ese beso fue respondido, dejándose llevar por el sentimiento y la emoción del momento...

- ¿Qué fue eso?, me puedes dar una explicación de lo que acabas de hacer.

- Es sumamente simple, me gustas y te quiero, eso pasa y no me arrepiento.

- Pero como puede ser eso posible, apenas me conoces y eres capaz de decir semejantes palabras, no entiendo.

- Lo único que debes entender es que hay personas, que se encuentran cerca tuyo y son capaces de quererte y valorarte... sólo debes darte una oportunidad y abrir las puertas del corazón.

- Pues gracias- se calló, la tomó de la cintura y besó de nuevo...

Sin pensar que todo sería diferente desde ese momento; cuál es la moraleja de esto, pues parece algo simple y carente de sentido. Bueno estimada/o lector/a debes dejar de esconder en lo más profundo de ti esos sentimientos y ser capaz de decir, que pese a parecer ante los demás una roca eres alguien que siente, vive y respira como los demás... pero que con una palabra puede cambiar todo y hacerte sentir mejor.

domingo, 4 de septiembre de 2011

Creo que no costaría nada más ..... se trataba de algo simple

Cuántas veces he estado con mis amigos y compartido bellos momentos, algunos que nos hacen pasar ratos agradables y tristes también. Pueden hacer la diferencia eso es cierto... ya que no hay nada más hermoso y grato, que cuando te sientes solo o perdido, ir corriendo hacia un amigo/ y pedirle que te entregue ese mágico calor de un abrazo con el cual es capaz de hacerte olvidar tantas cosas.

Es como cuando el aire de tus pulmones se cierra en un solo punto y percibes el delicioso olor que emana de su cuerpo, los latidos de tu corazón se unen al suyo y forman una hermosa melodía que es capaz de ser una grata canción de cuna y dejar que tu alma encuentre la paz que tanto estaba buscando.


Tener esa oportunidad de que una simple caricia o momento en silencio que pasas a su lado, dejando que sea eterno y nada pueda interrumpir.... como quisiéramos. En una que otra instancia deseamos y anhelamos irnos lo más lejos posible de todo, ignorarlo todo y darlo por alejado de nuestros propios corazones; arrancarlos y escapar a otro mundo.

Por ello brotan de tu espalda unas hermosas alas, sí todos nosotros las tenemos y hacen que vayas lejos; tal vez no son unas reales... las conocemos como momentos mágicos, imaginación, tranquilidad y otras más.

Como un ave queremos volar, todos en su momento lo haremos, otros más pronto de lo que pensamos... pero dediquémonos a cuidar de esas alas; mantenerlas y hacerlas brillas con todo... al igual que el calor de un amigo y amiga que te da su apoyo incondicional. Para que luego pueda volar libre y tranquilamente por el cielo maravillo.

Marisol Alday Derechos de autor